Snowapple presenta A Moonless Night- Próximamente en otoño de 2024
La noche es el momento en que las sombras se multiplican hasta apoderarse de cualquier parte del mundo. La luz es más escasa, y tenemos que dirigirla para ver mejor los recovecos, las cosas que se esconden en las esquinas, a nuestras espaldas. Recuerda que en la oscuridad aceptamos mucho mejor lo extraño. Aceptamos los sueños, las pesadillas, las cosas que no nos hemos dicho durante el día, los miedos que, una vez en una playa soleada, parecen totalmente irracionales. Cada noche es una pequeña muerte, y cada idea que surge es tan bella y compleja como un epitafio. En nuestro mundo, la luna es la única protección contra la noche negra o el mundo eléctrico. Es el hito tranquilizador que encauza nuestros poemas, como mariposas atraídas por su luz. Pero si la luna desaparece, si la noche se alarga infinitamente, ¿qué parte de nosotros tomará el relevo?
Los directores del Snowapple Collective comenzaron su investigación sobre la luz y la sombra examinando el pozo sin fondo de la noche, donde nacen las ideas, se esconden los ladrones y surgen las fantasías. Es un tema onírico que queríamos anclar en un mundo tangible, creando una discrepancia que es a veces inquietante, humorística, incluso satírica, pero también poética. Por supuesto, queríamos un bar donde se congregaran almas perdidas, que recordara al bar Terciopelo Azul de David Lynch, atrapado en una noche sin fin, una temporalidad indefinida. Un bar arquetípico, con clientes arquetípicos: una diva, un fanfarrón ruidoso, dos jugadores de ajedrez que siguen sus propias reglas y un camarero con la cabeza en las nubes. Queríamos cuestionar sus obsesiones, esos pequeños rasgos de todas nuestras vidas que labran surcos, y también la posibilidad de redención. ¿Llegará? ¿Será externa a ellos? ¿Es posible salvarse? ¿Y queremos ser salvados?
Este viaje humano se sitúa como díptico de una aventura mucho más solitaria, la de la luna en la tierra, una joven a la que hemos imaginado como la esencia misma de la luz, pero que ella misma se encuentra consumida por la sombra. Deambula por paisajes que hemos imaginado como cuadros, dejando tras de sí un aroma de apocalipsis. Por último, la dimensión abstracta de la poesía visual se añade a los personajes, con planos simbólicos de objetos de escala insólita que a veces parecen tener más alma que nuestros personajes. Al final, hemos creado un universo donde todo cobra vida y todo se desvanece. En resumen, una revolución lunar total alrededor de la Tierra.